Con las intensas olas de calor que hemos sufrido en los últimos años y el boom de los inmuebles con zonas exteriores, la idea de poner piscinas en los pisos con terraza surge entre cantidad de propietarios.
Se trata de una solución muy cómoda para las épocas en las que el buen tiempo, incluso el calor sofocante, nos invade. Proporciona un espacio de intimidad para darse un baño o refrescarse en cualquier momento sin necesidad de salir de casa, y rentabiliza las posibilidades que tienen las personas con grandes terrazas.
Puede que tú también estés pensando en esta excelente solución, pero te surjan las dudas si lo que tienes es un ático. ¿Acaso es posible instalar una piscina en un ático? Tenemos la respuesta a esta pregunta cada vez más común. A continuación, te exponemos todas tus posibilidades.
Los áticos con terraza están de lo más cotizados hoy en día. Permiten ubicarse en una buena zona, contar con vistas impecables y disfrutar de un espacio exterior totalmente privado. Es común que los propietarios de este tipo de inmuebles busquen sacar rentabilidad de ellos instalando muebles de exterior, haciendo barbacoas y… ¿Poniendo una piscina?
Este último punto es el más discrepante de todos. Si te preguntas por la posibilidad de instalar una piscina en un ático, la respuesta corta es que esto no es posible como norma general cuando el ático ya está construido.
No obstante, existen algunos matices. El principal problema reside en el peso que va a sumar la piscina en este espacio. Por lo que, en algunas ocasiones, si la estructura lo permite, podría ser factible hacer esta instalación de obra, hinchable o desmontable. Cabe recalcar que estos casos son bastante excepcionales.
La estructura del edificio en cuestión tendrá que soportar una nueva carga que suele ser más que considerable cuando queremos poner una piscina en un ático. Esto implica el peso de la piscina, del agua y del propio uso que vamos a dar a la misma. Cuando la construcción no está levantada contemplando este condicionante y no ha sido realizada para ello, podemos encontrarnos con la imposibilidad de llevar este proyecto a cabo.
Lo que tendrás que hacer es un estudio técnico de la situación de tu ático y tu edificio para comprobar si es viable. Habitualmente, este va a contemplar la estructura vertical y las cualidades del forjado para llegar a una conclusión. En algunos casos, la situación es salvable poniendo algunos refuerzos en la zona de soporte que permitan repartir la carga.
También resulta indispensable contemplar las normativas respecto a las piscinas, que tienen sus propias condiciones. Se debe valorar el espacio que está disponible y las medidas de seguridad disponibles en la normativa vigente. En algunos casos será de mayor utilidad apostar por aquellas que son desmontables o hinchables. Si quieres informarte mejor sobre todas las posibilidades de los diferentes tipos de piscinas, en piscinasathena.com encontrarás variedad de ellas.
El principal permiso que tendrás que obtener es el permiso de obras. Este se solicita en el Ayuntamiento correspondiente, en el que la vivienda está ubicada. Conviene consultarlo específicamente, ya que estos cambian según el municipio.
Pese a que tengas tu propio estudio efectuado para comprobar si la obra es viable, los técnicos municipales también tendrán que hacer el suyo. Estos profesionales harán un trabajo más completo, puesto que van a tomar en cuenta otros condicionantes relativos a la norma urbanística y la protección del paisaje.
Hay algunas piscinas que lo tienen mucho más sencillo para instalarse en un ático, ya que son especialmente ligeras y no requieren de una obra que suponga cambios estructurales. Aquí te dejamos una pequeña muestra de las más interesantes.
Las piscinas desmontables se pueden colocar en áticos siempre que no se llenen con más de 20 cm de agua o que el estudio estructural previo avale para incorporar un peso mayor. En esta categoría entran todas las que están elaboradas con materiales ligeros como el metal, pero no son aconsejables las de madera porque aumentan considerablemente el peso de la estructura.
Las piscinas hinchables son grandes aliadas para las terrazas y los espacios exteriores. Las hay de tamaños muy accesibles y cuentan con la ventaja de que sus materiales son de lo más ligeros, pues se sustentan de plástico y aire. Especialmente cuando hay niños y se quiere apostar por aquellas de tamaño infantil, esto es perfectamente viable.
Una excelente alternativa son los jacuzzi hinchables que se pueden instalar cómodamente en cualquier terraza. No son piscinas propiamente dichas, sin embargo, son una opción de dimensiones mucho más modestas para disponer del agradable momento del baño sin sumar tanto peso en una azotea.