Cómo se vende mejor un piso, con muebles o vacio

Cómo se vende mejor un piso, con muebles o vacio

¿Estás pensando en vender tu piso? ¿No sabes si es mejor vender el piso amueblado o vació? No te preocupes, afortunadamente para ti hemos elaborado este artículo en el cual analizamos los diferentes puntos de vista de vender una casa amueblada o una casa sin amueblar para que puedas decidir, en base a las características de tu vivienda, qué es lo que más te conviene.

Y es que debes de tener en cuenta que no hay una respuesta exacta, ya que todo depende de la situación de tu hogar. Por eso, a continuación, te explicamos qué es lo más importante que debes tener en cuenta en cada caso —si decides vender la casa amueblada o sin amueblar— y cómo hacerlo para que puedas vender tu piso cuanto antes. ¡Comenzamos!

Vender casa amueblada o sin amueblar

Vender la casa amueblada trae consigo una serie de ventajas. La primera, y más importante, es que el precio será un poco más elevado que si decides vender la vivienda sin amueblar, ya que en él se incluirá el valor del mobiliario que se haya quedado en el interior del piso —el valor correspondiente tras haber sido utilizado, por supuesto—. Así mismo, si decides vender el piso recién reformado y con mobiliario nuevo, entonces debes tener en cuenta que el precio será bastante mayor ya que los nuevos propietarios podrán estrenar los muebles y disfrutar de ellos sin necesidad de preocuparse por realizar una inversión de tiempo y dinero por elegirlos y comprarlos.

La segunda de las ventajas de vender la casa amueblada es que el propietario podrá vender la vivienda más cómodamente sin necesidad de realizar una mudanza o sin tener que contratar una empresa para vaciarla. En la actualidad podemos encontrar varias empresas especializadas en la compra de pisos de todo tipo de manera inmediata. Compramos Tu Piso Ya es una ellas. Esta empresa está enfocada a la venta de pisos —independientemente de que estén amueblados o no— con el fin de atender a personas que necesitan vender piso rápido. Además, la empresa se encarga de analizar la vivienda y ofrecer un precio razonable y acorde a las necesidades de cada persona.

Otra de las ventajas de vender el piso amueblado es que los clientes que visitan el inmueble pueden hacerse una idea real de cómo queda este con los muebles —independientemente de que después se deshagan de ellos o no—.

Vender una casa sin amueblar

Ahora bien, hay muchas personas que prefieren amueblar el piso desde el principio, dándole un toque mucho más personal y único. Aunque por lo general la mayoría optan por viviendas nuevas, también hay quienes buscan viviendas de segunda mano para amueblar al gusto. En ese caso, el tener el piso amueblado no será de gran ayuda. Lo más aconsejable, pues, sería deshacerse de los muebles o venderlos antes de pasar a enseñar la propiedad. Otra de las ventajas de mostrar la casa sin amueblar es que, al ver las habitaciones vacías, la primera impresión cambia mucho. De hecho, puede parecer que el piso es mucho más amplio y espacioso.

Ahora bien, la razón que más peso tiene a la hora de vender un piso sin amueblar es que, de otra forma, la sensación que puede generar a los clientes potenciales es que la vivienda todavía sigue habitada y que están ocupando un espacio que no es propio —algo que suele echar mucho para atrás—. Por esta razón, es importante analizar todos los pros y contra de vender el piso amueblado o no.

Conclusión

La solución a la pregunta que planteamos al principio es: Depende. Aunque comentábamos que la primera impresión de una vivienda amueblada a una vacía cambia mucho, si se cuidan los detalles no tiene por qué interferir en la decisión del cliente. Por ejemplo, debemos asegurarnos de que nunca se queden fotografías en los muebles o vitrinas de los antiguos moradores, ya que ello genera un rechazo inmediato al sentir que están invadiendo un hogar ajeno. Así mismo, es aconsejable quitar todos los objetos personales como revistas, libros, discos de música y —en definitiva— todo aquello que no sea mobiliario o electrodomésticos—. Es aconsejable, así mismo, que la primera impresión no sea de apelotonamiento, ya que ello también genera una sensación de rechazo.

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