El cuero es uno de los materiales más destacados para elegir en nuestro sofá moderno. Pero este material tan bonito es a la vez un material difícil de mantener.
Para ayudarte hemos preparado una selección de consejos que conseguirán que mantengas tu sofá de cuero en perfectas condiciones. Estos consejos nos los hemos extraído de SofaClub.es, expertos en sofás de piel desde hace más de 3 generaciones.
Enemigos del cuero
El polvo es, probablemente, uno de los elementos que más afecta el estado de los muebles de cuero. Por ello, si deseas mantener tu sofá de cuero reluciente y como nuevo, lo primero es eliminar de su superficie cualquier mota de polvo, que pueda restarle brillo.
Hacer esto es una tarea muy fácil. Para ello solo necesitas un paño humedecido con agua para eliminar polvo y un trapo para secar inmediatamente. Luego debes frotar la textura de cuero. También puedes emplear la aspiradora, pasándola con cuidado, de preferencia usando el accesorio de “cepillo suave”.
Sin embargo, antes de realizar cualquier limpieza o aplicar productos químicos para eliminar manchas debes conocer las características del cuero del que está hecho tu sofá. Además de buscar en información en Internet, te recomiendo leer la etiqueta que el fabricante del mueble pone a tu disposición con datos de gran interés.
Limpieza del cuero
La limpieza de un sofá de cuero se debe realizar de la parte superior hacia abajo, pasando por los brazos, respaldo, laterales y parte inferior. Esto es aconsejable hacerlo en horas de la mañana cuando la luz solar te ofrezca mayor visualidad para detectar el polvo, y seque con rapidez las superficies humedecidas. Este proceso puedes efectuarlo una vez a la semana.
Es importante velar por las manchas de café o chocolate sobre el cuero. En caso de suceder utiliza el paño un poco más humedecido, y frótalo con rapidez, sin llegar a restregar, para que la mancha no se extienda.
Aunque existen numerosos productos químicos para limpiar el cuero, una forma de devolverle el brillo a tu sofá es limpiándolo con una solución preparada a partir de jabón líquido de tocador mezclada con agua. Recuerda que en ningún caso debes dejar el trapo con el que vas a limpiar muy empapado en agua.
Cuando vayas a aplicar dicha solución comienza por una pequeña parte del mueble. De esta forma, compruebas que la mezcla no cause reacciones, y dañe el mueble. Recuerda que inmediatamente que mojes el mueble debes secarlo para que la acción no se revierta en deterioro. Si vas a utilizar productos específicos para el tratamiento de cuero, procura que sean adecuados para el tono del sofá.
Crema hidratante para el cuero
Los sofás de cuero también pueden nutrirse con la crema hidratante que usas para tu cuerpo. Debes aplicarla con un paño haciendo círculos de adentro hacia afuera. Para sacarle más brillo espera unos minutos y, luego, frota una gamuza para secarlo y darle más brillo. Por su parte, para conservar el color puedes aplicarle al cuero, de manera periódica, un protector especial para evitar la decoloración.
El cuero es muy sensible a la luz solar. Expertos en el tema recomiendan evitar que los rayos de sol incidan directamente sobre el mueble de cuero porque puede deshidratarse o agrietarse. De tal forma, se recomienda ubicar los sofás y otros muebles de cuero distantes de las ventanas, así como de chimeneas o estufas.
Remedios caseros
En la sección de decoración de la revista Hola encontramos varios remedios y trucos caseros para mantener vigoroso nuestro sofá de cuero. Una buena forma de conservar su brillo es frotando la superficie del mueble con vaselina, dejarla secar por 30 minutos, y luego volver a frotar con un paño seco.
De igual forma, puedes usar leche descremada para devolver el brillo al sofá. En este caso se humedece una toallita fina en leche descremada y se pasa por toda la superficie del mueble. Posteriormente, con otro paño se debe frotar hasta alcanzar el brillo natural.
Para hacer brillar los muebles también se utiliza la mezcla conformada por cantidades iguales de vinagre y aceite de lianza. En el caso de los sofás de cuero claro usarás el vinagre blanco; en los oscuros emplearás la sidra. Por su parte, te valdrás de gotas de aceite de ricino para evitar que los sofás se cuarteen. Si quieres preservar tu sofá de cuero con brillo y en buen estado nunca lo limpiarás con toallitas desmaquillantes o para bebés.